En la primera infancia, los niños necesitan encontrar un equilibrio entre seguridad y exploración. El método Montessori ofrece precisamente ese marco: un entorno donde la rutina y la libertad con límites conviven de manera natural, favoreciendo el desarrollo integral de cada pequeño.
La rutina como base de seguridad
Las rutinas diarias son mucho más que horarios. En Montessori, la repetición de actividades, la organización del ambiente y la secuencia de momentos clave (trabajo individual, juego al aire libre, comida, descanso) ofrecen al niño una sensación de estabilidad y previsibilidad. Esa estructura le da confianza, le permite anticipar lo que viene después y le ayuda a autorregularse.
La rutina no se vive como rigidez, sino como un “orden interior” que el niño va interiorizando poco a poco. Gracias a ello, se sienten más tranquilos y capaces de concentrarse en sus aprendizajes.
Libertad con límites: crecer con responsabilidad
Uno de los principios esenciales de Montessori es que los niños puedan elegir dentro de un marco preparado. Esto significa que tienen libertad para decidir con qué material trabajar, cómo organizar su tiempo o qué actividad realizar… siempre respetando unas normas básicas que cuidan el bienestar propio, el de los demás y el del ambiente.
Esta combinación de libertad y límites claros favorece la autonomía y la responsabilidad. Los niños descubren que sus elecciones tienen consecuencias y que sus decisiones forman parte de la vida en comunidad. Así, aprenden a ser libres pero también respetuosos.
El equilibrio que potencia el desarrollo
La rutina y la libertad con límites no se oponen: se complementan. La rutina aporta seguridad, mientras que la libertad guiada promueve creatividad, iniciativa y autoestima. Juntas crean un entorno donde los niños florecen, desarrollan sus talentos y se preparan para el futuro.
Nuestra propuesta en Sambori
En Escuela Infantil Sambori, en Torrent, aplicamos el método Montessori para que cada niño encuentre ese equilibrio entre estabilidad y exploración. Nuestras rutinas cuidadosamente diseñadas aportan calma y confianza, mientras que la libertad con límites invita a descubrir, experimentar y crecer con autonomía.
Creemos que educar es acompañar respetando los ritmos individuales y ofreciendo un ambiente donde los pequeños se sientan seguros, libres y felices. Porque cuando los niños aprenden a moverse con confianza en un entorno ordenado y al mismo tiempo flexible, se siembran las bases para un desarrollo pleno y armónico. Contáctanos.
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