El rol del adulto en el método Montessori: guía y observador del aprendizaje

En la educación tradicional, el adulto suele desempeñar el papel de instructor, impartiendo conocimientos de forma directa a los niños. Sin embargo, en el método Montessori, el rol del adulto cambia radicalmente: se convierte en un guía y observador que acompaña al niño en su proceso de aprendizaje, respetando su ritmo y fomentando su autonomía.

¿Cuál es la función del adulto en Montessori?

En una aula Montessori, el educador no se limita a transmitir información, sino que observa cuidadosamente a cada niño para entender sus intereses, necesidades y etapas de desarrollo. A partir de esta observación, ofrece materiales y actividades que invitan al niño a explorar y aprender de forma independiente.

Este rol de guía implica:

  • Respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño, evitando presionarlos o imponerles actividades fuera de su interés.
  • Preparar el ambiente con materiales adecuados que estimulen los sentidos y el pensamiento.
  • Fomentar la autonomía, permitiendo que el niño elija sus actividades y aprenda a través de la experimentación.
  • Intervenir sólo cuando es necesario, para apoyar sin dirigir el aprendizaje.
  • Promover la concentración y la auto-disciplina a través de actividades libres y auto-correctivas.

Impacto del rol del adulto en el aprendizaje infantil

Este enfoque cambia por completo la dinámica del aula. Al convertirse en un acompañante, el adulto ayuda al niño a desarrollar habilidades fundamentales para la vida, como:

  • Autonomía: Los niños aprenden a tomar decisiones, resolver problemas y gestionar sus propias tareas.
  • Motivación intrínseca: El interés nace del propio niño, no de la imposición externa.
  • Confianza y autoestima: Al descubrir que pueden aprender por sí mismos, crecen en seguridad y valoración personal.
  • Respeto por el aprendizaje: El niño aprende a respetar sus tiempos y procesos, desarrollando paciencia y concentración.

El adulto Montessori, por tanto, es un facilitador del desarrollo natural del niño, que se adapta a sus necesidades en lugar de forzar métodos rígidos.

El compromiso de Sambori con el método Montessori

En la escuela infantil Sambori, creemos firmemente en este modelo educativo centrado en el niño. Nuestros educadores son auténticos guías y observadores, formados para acompañar a cada pequeño en su camino único de aprendizaje. A través del respeto, la paciencia y el cuidado, fomentamos un ambiente donde los niños pueden explorar, experimentar y crecer de manera autónoma y feliz.

En Sambori, el rol del adulto no es enseñar, sino facilitar el descubrimiento. Así, construimos las bases para un desarrollo integral que acompaña a los niños más allá de la escuela, preparándolos para enfrentar el mundo con confianza y creatividad.

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