El método Montessori no es solo para niños en edad escolar. También puede aplicarse desde los primeros meses de vida. La filosofía Montessori para bebés se centra en respetar el ritmo natural del niño, ofrecerle libertad de movimiento y un entorno preparado que estimule sus sentidos y su autonomía desde el inicio.
El bebé es un ser activo desde el nacimiento: observa, experimenta, toca y aprende del mundo que le rodea. Por eso, el enfoque Montessori busca acompañar ese proceso sin imponerlo, permitiendo que el pequeño descubra por sí mismo.
El ambiente preparado para un bebé Montessori
El entorno es clave en Montessori. Para los más pequeños, debe ser un espacio seguro, cálido y ordenado. Algunas ideas para preparar un ambiente Montessori en casa:
- Colchón en el suelo: en lugar de cuna, un colchón bajo permite al bebé moverse libremente cuando empieza a gatear.
- Espejo a su altura: estimula la observación y el reconocimiento corporal.
- Móviles Montessori: de colores suaves y materiales naturales para favorecer la concentración visual.
- Juguetes naturales: evita plásticos ruidosos; prefiere objetos de madera, tela o metal, que inviten a explorar texturas y sonidos reales.
El objetivo es que el bebé pueda explorar sin límites innecesarios, en un espacio que le invite a descubrir con tranquilidad.
Actividades Montessori desde los primeros meses
Aplicar el método Montessori con bebés no requiere materiales caros. Basta con observar y acompañar. Algunas ideas sencillas:
- Tiempo en el suelo: permite que el bebé se mueva libremente, fortaleciendo su cuerpo y desarrollando coordinación.
- Cesta de los tesoros: coloca objetos cotidianos (una cuchara de madera, una pelota de tela, una esponja natural) para que explore texturas y pesos diferentes.
- Rutinas con sentido: el cambio de pañal, el baño o la hora de comer son momentos de conexión. Háblale, míralo a los ojos y respeta su ritmo.
- Música suave y voz humana: cantar o leer en voz alta fomenta el lenguaje y el vínculo afectivo.
- Explorar la naturaleza: incluso un paseo en el parque o tocar hojas y flores estimula los sentidos de forma natural.
Estas actividades sencillas ayudan al bebé a desarrollar confianza, concentración y autonomía, las bases del aprendizaje Montessori.
El papel del adulto: guiar, no dirigir
En el enfoque Montessori, los adultos tienen el papel de observadores atentos y guías respetuosos. En lugar de dirigir cada acción del bebé, lo acompañamos con calma, ofreciéndole oportunidades para experimentar por sí mismo.
La paciencia y el respeto son esenciales: cada bebé tiene su propio ritmo y sus propias curiosidades. El adulto Montessori no “enseña”, sino que crea las condiciones para que el aprendizaje ocurra naturalmente.
Montessori desde los primeros meses en Escuela Infantil Sambori
En Escuela Infantil Sambori, creemos firmemente que el aprendizaje comienza desde el nacimiento. Aplicamos la filosofía Montessori en cada detalle: desde los materiales naturales hasta la forma en que acompañamos a los bebés en su descubrimiento del mundo.
En nuestras aulas, cada espacio está pensado para fomentar la autonomía, la calma y la curiosidad natural de los más pequeños. Con cariño, observación y respeto, ayudamos a que cada bebé desarrolle su potencial a su propio ritmo.
Si buscas un entorno donde tu hijo crezca feliz, seguro y acompañado con amor, Sambori es tu espacio Montessori desde los primeros meses de vida. Contáctanos.
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